Friday, May 19, 2017

Testimonio Karolyn Castro (Team Guerreras)


Hace unos meses atrás me escribió una #Guerrera, Karolyn tiene un proyecto hermoso @Teamguerreras en ese momento me pidió colaborar con nuestra testimonio para que otras parejas pudieran identificarse con esta lucha que llevamos los que no hemos podido procrear, con placer accedí ya que me encanto la idea, es un proyecto hermosisimo que surgió  por su lucha con la infertilidad, les invito a que la sigan y puedan leer las hermosas historias de #Guerreras que han decidido contar su historia. 

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Hola Mariel, aquí mi testimonio

En Noviembre del 2001, fui al doctor luego de haberme casado.  La razón es que desde mi adolescencia había sufrido trastornos de irregularidad menstrual.  Luego de innumerables pruebas el diagnóstico fue Síndrome de Ovarios Poliquísticos y aunque tenía unos tres a cuatro sangrados por año, se confirmó más adelante anovulación.  Al mismo tiempo, mi pareja fue diagnósticada con bajo conteo de esperma y una morfología de calidad media.  

En aquel momento la terapia sugerida fue de Clomifeno, coíto programado y algunas recomendaciones del urólogo para que mi pareja mejorara el conteo.  Debido a que teníamos pocos meses de habernos casado, decidimos en aquel momento esperar un año sin protección y de coítos programados antes de volver a la consulta del ginecólogo.

Al cumplirse el año en Verano del 2002, sin haber sido exitosos en obtener un embarazo, volvi a la consulta y comenzamos el tratamiento con clomifeno.  Luego de 6 ciclos en los que alcancé la dosis máxima de clomifeno, sin obtener una ovulación efectiva, ni desarrollo de folículo dominante, mi doctora me diagnosticó como "Clomifeno resistente" y me sugirió pasar a una terapia de inyectables.  Sin embargo, en aquel momento me había volcado a investigar en internet y a participar en foros internacionales de mujeres infertiles y tomamos la decisión de hacer un acercamiento más holístico a mi condición, tratando terapias naturales, mejorando la salud física y alimentándonos de manera más natural.

Al completarse unos 8 meses de haber tomado la decisión holística, tuve mi primera ovulación voluntaria.  Esto renovó las esperanzas y me acerqué nuevamente a mi doctora y nos hicimos nuevamente toda la analítica.  A pesar de que todo se veía bien me llamó notablemente la atención que mi nivel de testosterona (que es la hormona masculina) en sangre estaba muy elevada y le insistí que me hiciera unos tests de tolerancia a la glucosa de una y de tres horas.  En ese momento quien era mi profesional de la salud no le dio importancia a mi comentario y no quiso indicarme las analíticas.

Transcurren dos años en los que se me trata con clomifeno, donde se logra ovulación pero no hay éxito de embarazo.  A finales del año 2005, luego de haber pasado hora leyendo estudios clínicos y escuchando testimonios en el foro al que asistía, me siento y le comunico que quiero una copia de todo mi expediente, voy con los resultados del test de tolerancia a la glucosa y otras pruebas que yo misma me había realizado.  A todo mi cuadro se me sumaba que era insulino-resistente.  Le explico que había leído sobre el uso de Metformina como tratamiento coadyuvante en mi condición pero ella se resiste a escucharme y decido en ese momento cambiar de médico, a la vez que me adentro en un proceso de depresión por no haber encontrado terreno fertil a mis demandas.

Debo admitir que las pruebas y ese vivir pendiente a todo el proceso tuvo un efecto negativo en mi.  Decido tomar unos meses para recuperarme a nivel emocional y en el año 2006 acudo a consulta con el Dr. Mario Lama.  Si bien fue comenzar desde cero, encontré en su consulta alguien que escuchaba y contestaba mis preguntas.  Me recomendó perder peso porque eso afectaba de manera directa mi condición y decidimos comenzar de nuevo los tratamientos.

En aquel momento mi trabajo me exigía viajar mucho y muchos de los ciclos no pude realizarlos por el monitoreo que exigía sonografías.  Lo positivo es que se confirmó que no era clomifeno-resistente y que desde que comencé un estilo de vida saludable y la metformina mi organismo respondió de manera positiva.  Ya veía períodos mensturales de unos 50 días en promedio.  Aún no lo óptimo pero ya mi cuerpo ovulaba.  En Noviembre 2007 nos movimos a la terapia de inyectables y en el tercer ciclo quedé embarazada de mi primera hija.

A pesar de los retos, los miedos y las expectativas.  El 18 de Octubre a las 7:50 am tuve en mis brazos a una regordeta niña que gritaba a todo pulmón.  Ese milagro tan esperado por el que luché durante casi 7 años.  Recuerdo que la miraba y pensaba que si tuviera que pasar por todo de nuevo solo por volver a tenerla lo hiciera sin pensarlo dos veces. 

La infertilidad te roba muchas cosas, pone una carga doble de estrés en la pareja, y hasta cierto punto te roba la felicidad de todo el proceso, dejando secuelas que perduran aún después de haber tenido un hijo.  En nuestro país no existe apoyo de índole emocional para las parejas que atraviesan esta situación.  La sociedad te hace sentir que hasta que no tienes un hijo son una pareja no una familia y que tu condición de mujer es menor si no puedes tener un hijo.  Las personas desestiman tu condición y te dicen "relájate" que va a pasar cuando no pienses en ello.  Sin saber, que es una condición clínica real y que si bien el estrés puede influir en el proceso no es el factor determinante de tu situación.  

Del mismo modo, los tratamientos no son cubiertos por ningún seguro médico.  Esto hace que tu núcleo familiar se vea afectado por el gasto que acarrea.  En mi caso me vi forzada a cancelar un par de ciclos debido a que no contaba con los recursos para costearlos.  Vives sola todo el proceso y te enfrentas a tabúes sociales que hieren una parte muy sensible.  Por ejemplo, una frase que me tocaba muy hondo era cuando me decían "cuando tengas tus hijos entonces hablamos".

Pienso que educarme sobre mi condición, si bien agregó un estrés a todo el proceso, me hizo tomar decisiones inteligentes, me ayudó a empoderarme de lo que me pasaba.  La infertilidad me enseñó a ser una paciente educada.  También me enseñó que hay batallas que se libran de rodillas, nuestra fe nos sostuvo a todo lo largo de esos años. 

Luego del nacimiento de Francesca, vino, 4 años después, Isabella.  Mi segundo milagro, por ella pasé unos dos años extras de tratamientos.  Muchas personas no comprendían porque me iba a someter a todo eso de nuevo si ya me había dado Dios mi primera hija.  Muchas veces me pregunté por qué a mi?, luego comprendí que no era la pregunta correcta, esta batalla me enseñó el para qué.  Durante todos esos años me sentí muy sola, y me vi forzada a recurrir a foros internacionales.  De ahí que comprendiera que el para qué de mi batalla fue mostrarme que las mujeres libramos muchas luchas solas, y que en medio de ellas, saber de otra mujer que atraviesa por lo mismo puede ser la luz que te sostenga en medio de la oscuridad.

De todo lo vivido salió mi proyecto, Team Guerreras, una comunidad que ofrece compartir historias de mujeres que pasan por todo tipo de luchas, que busca alimentar el alma y ofrecer inspiración y un estilo de vida positivo a todas aquellas mujeres que se enfrentan a cualquier batalla.

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Hermoso como a través de estos testimonios poder ayudar, tocar, identificar que no estamos solos, GRACIAS del alma a los que me han escrito y dando apoyo.

Hasta la Próxima

Todo va a estar Bien

Mariel






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